Pasito a pasito, aprendiendo a caminar solito
16 / 11 / 2014
La primera vez que tu bebé da un paso solito, sabes que no se trata simplemente de un nuevo logro. Es un momento realmente extraordinario para ambos.
Tu peque ya puede comenzar a explorar el mundo por sus propios medios. Y tú, ya puedes comenzar a verlo como una personita que se está volviendo independiente. Hasta ahora, tu mano era imprescindible para él; ahora, ha comenzado su propia aventura por la vida.
Aprender a caminar es una conquista fundamental, tanto para el desarrollo psicomotriz como para el proceso de maduración psicológica de tu pequeñito. Es una habilidad que exige suficiente evolución muscular y la adquisición de nuevas destrezas como el equilibrio y la coordinación. Pero también es un avance en términos de autonomía y seguridad individual.
Pasito a pasito llegará a caminar solito
Lo usual es que tu niño llene algunas etapas previas antes de caminar. Es habitual que entre los seis y los ocho meses aprenda a sentarse. Si pierde el equilibrio estando sentado, necesitará ayuda para volverse a incorporar.
Entre los ocho y los diez meses aparece el gateo. Algunos bebés disfrutan tanto gateando, que pierden algo de interés por caminar. Otros, en cambio, nunca gatean y esto es perfectamente normal.
En todo caso, es la etapa en donde debes cubrir los enchufes eléctricos y no dejar objetos pequeños o peligrosos por ahí. Tu pequeño está descubriendo el mundo y meterá las manos en todas partes, o se llevará a la boca todo lo que encuentre.
Hacia el octavo mes también comienzan los primeros intentos para ponerse de pie. Tu peque se apoyará de los muebles y las paredes para lograrlo. Por eso es conveniente que dejes un pequeño espacio entre un mueble y otro; así le proporcionarás puntos de apoyo.
También puedes tenderle dos dedos o tomarlo de una mano para que se ponga de pie. Dándole apenas tu dedo índice, puedes estimularlo para que dé sus primeros pasos. No olvides sonreírle, haciéndole entender que se trata de una experiencia nueva y gratificante.
Tu peque tardará un tiempo hasta que logre sostener su propio cuerpo y mantener el equilibrio. Tampoco será fácil para él mantener la coordinación de sus pasos. En lugar de apresurarlo, trata de disfrutar al máximo de este proceso único e irrepetible en la vida de los dos. Ver juguetes que lo ayudarán a pararse y caminar.
Cuando haya alcanzado suficiente destreza, siéntate cerca de él y extiende tus brazos. Deja entre los dos algunos muebles u objetos de los que se pueda sostener. Luego llámalo para que vaya hacia ti. Sonríele. Él buscará tus brazos. Puedes hacer lo mismo con su juguete favorito o con algún objeto que atraiga su atención.
Intenta no pasar por alto felicitarlo por cada nuevo logro. Dile lo maravilloso que es y celebra lo que hace con gestos y palabras. Es un estímulo muy grande para tu bebé. Cuando menos lo esperes, va a salir corriendo por ahí, feliz de haber alcanzado uno de los mayores logros de toda su vida.